Sentada frente a mi computador las horas iban pasando hasta que la somnolencia me hizo reaccionar... Contrario a hacer caso al sopor que iba inundando mi cuerpo, pegué más mi cara al monitor y empecé a escribir...
De un momento a otro me encontré en el mismo lugar en el que había soñado que soñaba con una inmensa y amplia alcoba, tapizada de polvo en sus paredes y en todo el suelo. Una luz tenue y grisácea se asomaba por un resquicio de la ventana iluminando apenas lo que en esa habitación se encontraba...
-Cierra la puerta-
Por un momento, una reacción momentánea hizo mirarme las manos y encontré que estaban completamente cubiertas por una sustancia oscura y pegajosa. En ese instante me percaté del olor a sangre que reinaba en ese cuarto. La luz que entonces era tenue, empezó a ser más fuerte y menos cálida; más oscura pero era la suficiente para que se notaran los objetos que se hallaban en ese lugar.
-No temas-
En el mismo lugar en el que estaba parada hasta ese momento, giré mi cabeza para reconocer la estancia en la que mi cuerpo se encontraba. Rodeada de polvo, objetos desvencijados, telas rotas, viejos muebles y papeles tapices desprendidos, caminé hacia lo que parecía ser una cama.
-La oscuridad ilumina-
Sobre las mantas roídas había una pequeña cosa deforme cubierta de lodo desprendiendo ese olor que reinaba en el lugar. Mirando con asco a esa masa sin forma, sentí un dolor en la parte posterior de mi cabeza, situándose la punzada en la nuca, un dolor en el cerebro inundó mi mirada bloqueándola de toda vista...
-Sigue caminando-
A tientas busqué algo con lo que detenerme para no caer al suelo sintiendo mi cabeza palpitar del dolor que me embargaba. Encontré asiento en un antiguo sillón situado justo en una esquina de la habitación y llevé mis manos al lugar doliente... Había sangre. Sangre herrumbrosa emanando de una profunda herida colándose entre mis manos.
Con qué me había golpeado? No lo sabía.
Cómo había llegado ahí? No tenía idea.
Y obligando a mi mente a que recordara lo que había olvidado, luego de un largo rato los recuerdos brotaron como en una clara fuente...
-No mires atrás-
Esa noche había visto nuevamente a la persona que hacía cobrar vida a mis pasiones... Cómo se llamaba? No lo sé, nunca le pregunté. Lo veía pasar por el mismo sendero por el cual yo regresaba del instituto. Me giré y le hablé preguntando, como excusa, qué hora era.
-"La 1 y cuarto" respondió con esa sonrisa que hacía que mi piel se erizara.
-"Gracias"-respondí.-"Qué haces caminando a estas horas por este lugar tan solo?"
-"Voy rumbo a casa."
Y sin más nos quedamos mirándonos el uno al otro directo a los ojos.
-"Te he visto siempre caminar por aquí, en la misma dirección, a la misma hora. He contado cada uno de los pasos que das contra esa banqueta mientras pasas, cada minuto que tardas en aparecer y desaparecer en ese tramo de calle por el que te observo. Siempre con la cabeza mirando hacia abajo, siempre con las manos en las bolsas de tu gabardina, siempre con tu negro cabello ondeando en la noche."
-"Siempre he sentido que alguien me observaba. Siempre he sentido..."
-"...que serías la víctima perfecta."
-Ven a mis brazos-
Y arremetiendo contra su cuerpo, en medio de la soledad de la calle, sus ojos y su boca se abrieron en un grito sin sonido mientras la cuchilla de acero se hundía en su vientre. Trece cuchilladas más y sus brazos cayeron en mi cuello. El peso venció mi cuerpo y caí hacia atrás, golpeando mi cabeza con la saliente de la banqueta. Incorporándome y recobrando el equilibrio, lo llevé a rastras a un edificio antiguo que ahí estaba. En la estancia, con el alba de un nuevo día acompañándome, desmembré su cuerpo poco a poco, como si fuera un juguete con el que un niño pequeño juega. Fui al salón contiguo y encontré una sábana vieja y en ella puse cada pedazo de cuerpo que le había pertenecido.
Escaleras arriba encontré una nueva puerta y la abrí: Una habitación. Sobre la cama tendí la sábana y dejé esa masa de sangre y piel en ese lugar. Me giré sobre los talones y estando a punto de girar el cerrojo, algo me detuvo de golpe. Volví a girar y...
-Descansa...-
De un momento a otro me encontré en el mismo lugar en el que había soñado que soñaba con una inmensa y amplia alcoba, tapizada de polvo en sus paredes y en todo el suelo. Una luz tenue y grisácea se asomaba por un resquicio de la ventana iluminando apenas lo que en esa habitación se encontraba...
**Cathrina**
febrero 18, 2008
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5 comentarios:
Oscuros pensamiento0s sentimiento0s
zizi me agrada solo0 ke tube ke superarme a la vida oscura i ahora mi mundo se ilumino
:P oseace
ke trato de ser lo mas claro posible
oseace ke empiezo blanco i termino griz
:P
ia no mas negro para mi
xD
bueno aki pasando0 =)
ai la pongo en los links de blogger
xauu
x.x
a veces me sorprendo de como por tu cabeza pueden pasar tantas cosas O.o, igual y me parecio muy bueno, tan interesante que no abri tu ventana del msn hasta que termine de leer, pero pobre bato que culpa tenia xD!
algo enferma...y es una suerte porque de ser distinto los parrafos vivientes no me compartirian de su vigor...
19 de febrero de 2008 17:01
HisS !
Como stas ?
Spero k mui biem
Aka Paxe :3
Lei todos tus escritos ...
D verdad m agradaron ^^
Dan k pensar ...
Son profundos
Ai m encantaron x3
Wenisimos !
Spero k nus sigamos hablando x msn ^^
M caes super biem !
T cuidas x3
PaXe !*
Como siempre , con una prosa que deleita, un tema que eriza el vello del cuello y la espalda y un sentimineto que llega a la medula del hueso.......asi escribes chiquilla......como amante de las historias de terror, mi opinion es que son excelentes.la idea ....la continuidad y sobretodo el sentido subrealista de las cosas..que parece real...!!!!delicioso¡¡¡¡¡
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